viernes

claroscuro

Se puede ver a la belleza como algo efímero sosteniéndonos en el simple hecho de que es algo superficial.
Es el tiempo quien se encarga de la degradación humana, se hace notar en nuestra piel de una forma muy evidente.
Pero dejaría de ser esto efímero si pudiésemos contemplar la verdadera belleza, no la que se borra a medida que corre el minutero, si no la que se va creando adentro nuestro a medida que nos hacemos más sabios, más humanos.
Nadie puede realmente encontrar un parámetro para medir lo bello y lo feo. Es algo que dista de lo cotidiano, de lo estético.
Muchas veces me he preguntado acerca del tiempo. Claro.. Existe el tiempo?
O somos nosotros quienes mediante nuestras acciones continuas y hechos relevantes lo vamos creando y dejándolo existir. Es como una regla para medir nuestras vivencias.
Sin embargo no existe duda de que la noche es noche porque está oscuro y el día es día porque está claro. Entonces hay algo más , algo que nos supera, una energía en suspensión, un ojo enorme que nos vigila desde lo alto y observa cada uno de nuestros movimientos, que sabe precisamente como nos sentimos y como pensamos.
Somos energía, indudablemente. Y solamente nosotros tenemos el poder de encaminar nuestra vida, de elegir nuestro rumbo, de tener un signo + ante cualquier circunstancia.
Cuando una persona se encuentra bien consigo misma, transmite esa energía a todo su alrededor, se nota al instante; en sus facciones, en su risa, en su cuerpo y hasta en la manera de caminar. Y de repente, como por arte de magia, acotamos: ¡Che, mira qué lindo/a que está tal! , Cómo antes nunca lo había notado!
Y nada de cirugías estéticas, de peluquerías, depilación definitiva, ropa nueva, noviazgo espontáneo, embarazo repentino, etc. etc. etc.
Es que algo adentro suyo cambio, y se nota desde afuera.
No sé si alguien se siente identificado con lo que digo, quizás sea solo mi manera de pensar, pero está bueno darse cuenta de que siempre hay algo más allá de nosotros.

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